La ciudad de
Armenia fue bautizada por Guillermo León Valencia como la “Ciudad Milagro” por su gran crecimiento urbano y desarrollo en
corto tiempo. Muchos se preguntan hoy que sucedió con aquel milagro, con
aquella ciudad que era toda una promesa de futuro próspero y radiante.
Puede
que con el pasar de los años Armenia haya desatado la ira divina y caído en
desgracia, olvidada por DIOS y condenada a una existencia miserable y triste,
pero, basta con conocer su gente, sus paisajes y su cultura para darse cuenta
de que lejos de haber sido olvidada por DIOS, ha sido mil veces bendecida por
su gracia. Y entonces, ¿cómo fue que la ciudad pasó de ser una promesa de paraíso
a la ciudad que tenemos hoy en día?.
La
respuesta es mucho más simple de lo que podríamos imaginar, nuestra ciudad
tiene éste presente y un futuro gris por causa de los políticos inescrupulosos,
sin amor por su tierra y su gente, sin idoneidad y lo que es peor sin
principios ni valores éticos y morales que los orientaran en sus conductas. El desenlace,
no podía ser otro más que la decadencia y la degradación de la calidad de vida
de todos los armenios.
El
malestar de la gente es evidente y va en constante aumento, no produce alegría
ni felicidad vivir en una ciudad en tales circunstancias, pero, mientras la
gente sufre y trata de sobrevivir aun a pesar de las dificultades, la clase política
parece vivir otra realidad, desconociendo lo que sucede a su alrededor o
incluso peor sin importarles en lo más mínimo, preocupados únicamente por
conseguir beneficios económicos a costa del erario público y el sufrimiento de
las personas.
La
prueba de la ineptitud y perfidia con que actúan quienes nos gobiernan puede
verse en las noticias; la ciudad completamente desordenada, con un tránsito caótico,
con paisajes dignos de una ciudad bombardeada, con cráteres y baches por
doquier, con obras de miles de millones de pesos frenadas por la justicia por
no haber sido realizadas de manera correcta como por ej: las obras de la
antigua estación del ferrocarril o el Plan de Ordenamiento Territorial (POT)
solo por mencionar algunas. Lo peor de todo, es que ésta es una administración que
apenas lleva 3 meses de gestión, con lo cual nos preguntamos ¿si así es el comienzo, como será el
final?.
Cuando
una persona nueva y con un perfil evidentemente humanista llega a gobernar la
ciudad, como es el caso del Sr. Alcalde Carlos Mario Alvarez, instintivamente
la gente comienza a tener algo de esperanza en que la situación pueda cambiar,
en que la tradición humanista se irradiará a todas las dependencias
gubernamentales para trasformar la triste realidad del pueblo, mas sin embargo,
hasta ahora ello no ha pasado. Las causas pueden ser varias, aunque la inacción
por parte del Sr Alcalde no es para nada positiva ni para la ciudad ni para su
gestión y reputación.
Muchas
veces, los nuevos gobernantes, son rodeados de personas y/o consejeros que
lejos de hacerle un favor antes bien lo que hacen es daño, ya que tales
individuos están completamente viciados y contaminados por viejas y detestables
prácticas políticas. En tales circunstancias, el nuevo gobernante, en este caso
el Sr. Alcalde, debería sacudirse de tal influencia y rodearse en todos los ámbitos
de gente íntegra y con idoneidad.
Aun
no es tarde, todavía puede lograr desde su gestión encantar y volver a enamorar
al pueblo, pero, en la medida que el tiempo avance y nada cambie, antes
empeoren las cosas, la relación entre el gobernante y el pueblo se ira distanciando hasta llegar a un
completo divorcio y más aún, el pueblo llegara a aborrecer a tales gobernantes.
Evidentemente,
Armenia aun no es el paraíso perdido, y no es tampoco la ciudad milagro, pero,
sí necesita de un milagro, necesita que desde el gobierno haya un cambio de
actitud, no porque lo pida la oposición sino porque lo necesita la gente,
Armenia necesita con urgencia que su Alcalde no olvide sus raíces humanistas, y
tenga presente las palabras de Aristóteles: “…No hay que prestar atención a
quienes nos aconsejan, so pretexto de que somos hombres, no pensar más que en
las cosas humanas y, so pretexto de que somos mortales, renunciar a las cosas
inmortales…”.
Bueno cierto que son varios factores los que han llevado a nuestra ciudad a la decadencia uno muy importante los políticos incompetentes y corruptos que solo buscan el benéfico propio, pero también es culpa de la gente que no sabe elegir. Entonces por que no enseñar a elegir un programa o ayudas lúdicas que muestren la realidad de la ciudad y que la gente entienda que es lo que en realidad se necesita
ResponderEliminarBueno cierto que son varios factores los que han llevado a nuestra ciudad a la decadencia uno muy importante los políticos incompetentes y corruptos que solo buscan el benéfico propio, pero también es culpa de la gente que no sabe elegir. Entonces por que no enseñar a elegir un programa o ayudas lúdicas que muestren la realidad de la ciudad y que la gente entienda que es lo que en realidad se necesita
ResponderEliminar