sábado, 26 de marzo de 2016

CRISIS ENERGÉTICA: APAGÓN AL CRECIMIENTO

          Cuando se habla de crisis energética en un país, muchas personas en realidad desconocen el verdadero significado que representa dicho termino. Para comenzar diremos que “crisis energética”, se define como una gran carestía (o subida del precio) en el suministro de fuentes energéticas a una economía.

Normalmente hace referencia a una reducción de la disponibilidad de petróleo, electricidad u otros recursos naturales.  Las crisis energéticas, a menudo repercuten en el resto de la economía pudiendo ocasionar incluso una recesión económica. ¿Pero que es una recesión? Una recesión es un decrecimiento de la economía, de la producción, del producto interno bruto de un país. Cuando la economía, no solo deja de crecer, sino que se presenta un crecimiento negativo, una disminución sustancial en la producción, estamos ante una recesión económica, que si es muy prolongada, se considera una depresión.

Por lo tanto como vemos, la “crisis energética” no solo afecta a los usuarios, es decir, a todos nosotros los ciudadanos con apagones y racionamiento, los efectos negativos son aún mucho mayores, pudiendo llegar a desencadenar una crisis económica severa en el país y, en el mejor de los casos, la economía nacional no registrará crecimiento alguno.
Según las informaciones y comunicados del gobierno nacional, la “crisis energética” que atraviesa el país fue causada por los efectos del cambio climático, en este caso, el “fenómeno del Niño” y también por la falta de previsión del gobierno nacional en materia energética.

La pregunta que debería hacerse todo ciudadano del país sería la siguiente: ¿Era difícil prever un fenómeno natural como el del “Niño”? y  ¿Hubo previsión por parte del Estado?.

Con respecto a la primer pregunta, deberíamos traer a la memoria la crisis energética de Colombia de 1992, esta crisis se presentó durante el gobierno de Cesar Gaviria entre el mes de Mayo de 1992 y Febrero de 1993, en dicha oportunidad la causa de la crisis energética fue el fenómeno del Niño”, que causó la baja en los niveles de los embalses generadores de energía hidroeléctrica y una crisis en la empresa de servicios públicos del Estado llamada Interconexión Eléctrica S.A. (ISA). Durante ese mismo periodo otros hechos de corrupción salieron a la luz en electrificadoras como El Guavio y TermoRío.

Como vemos, los hechos prácticamente son los mismos casi un cuarto de Siglo después; se repite el fenómeno del Niño y los groseros hechos de corrupción en el sector energético, claro, esto agravado por el hecho de que se ha realizado una planificación e incluso millonarios gastos que, como es muy frecuente, no se sabe dónde se realizaron pues los resultados están a la vista.

Solo como un dato más, existe un Plan Energético Nacional 2006-2025, un extraordinario título para una novela de ciencia ficción ya que no existe tal Plan. Pero solo para matar la curiosidad de nuestros lectores destacaremos algunos párrafos de esa excelente obra de ciencia ficción que bien podría haber ganado algún premio internacional.

De acuerdo al mencionado Plan: “…Las proyecciones de la demanda de la energía eléctrica señalan que la tasa de crecimiento en el horizonte de proyección evolucionará a un ritmo inferior que el PIB, lo cual sugiere procesos de sustitución y de mayor eficiencia, acentuados desde 1997. Se estima que la tasa de crecimiento interanual alcance el 3.3% en el intervalo de análisis…”.
 “… presenta la evolución de los requerimientos de demanda de electricidad en forma sectorial. Se aprecia un crecimiento importante del sector comercial ganando 15 puntos porcentuales en la participación relativa de la demanda eléctrica. El sector residencial disminuye su participación en el periodo, aun cuando su tasa de crecimiento promedio anual se aproxima al 1.7%. El sector comercial alcanzará las mayores tasas de crecimiento que en promedio anual representan el 6.5% en el periodo 2006-2025, seguido del sector industrial cuyo crecimiento anual oscila en los 3.2%, mientras que el sector residencial disminuye su participación en el periodo de análisis…”

Como podemos observar, resulta muy fácil llegar a las siguientes conclusiones, en primer lugar y respondiendo a una de las preguntas antes formulada, el fenómeno natural no solo se podía prever, sino que, ya había sucedido 24 años antes. En segundo lugar, sí hubo previsión por parte del Estado, sí se efectuaron análisis y hasta planes para mantener y mejorar el sector energético en Colombia, pero, al igual que paso casi un cuarto de siglo antes, la corrupción hizo imposible evitar la crisis energética que padecemos hoy. Pero entonces, ¿Quiénes son los responsables?, por desgracia en estos casos donde la corrupción es tan generalizada y está enquistada en prácticamente todos los niveles del Estado, resulta difícil encontrar los responsables.


¿Será que la corrupción una vez que se enquista en el Estado es imposible de extirpar?, ¿Será que basta con la voluntad de algunos para devolver la virtud a la cosa pública?, Quizás sea una eterna lucha, como aquella que se libra en el alma de las personas, donde el bien y el mal batallan día a día sin que ninguna pueda vencer definitivamente. Tal vez la escritora, novelista y periodista Taylor Caldwell tenía razón “…Lo que él no sabía es que las naciones nunca se apartan de los abismos, porque todavía se aferraba a sus ilusiones y seguía creyendo que una nación corrompida podía volver a ser pía y virtuosa sólo con que "el pueblo lo quisiera". (...) La corrupción es irreversible cuando ha llegado a pudrir el alma de una nación...”

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