Ciertamente, hay puertas en esta
vida que no deben abrirse, ya que una vez abiertas tal vez produzcan hechos,
acontecimientos y acciones que horrorizan y terminan por dañar la condición de
ser humano.
Entre esas puertas que no deben
abrirse está la puerta de la injusticia, la violencia y la anarquía. La
pregunta entonces podría ser: ¿Cuál es la llave para cerrar dicha puerta?.
A mi criterio la llave, el candado para ello es el continuo y permanente
respeto y observancia de la Constitución y las leyes.
En la historia de la
humanidad sobran ejemplos de terribles acontecimientos que son producto y
consecuencia de la violación Constitucional; tan solo por citar algunos de
ellos mencionaré el régimen Nazi, el Fascismo y las dictaduras militares que
sufrió Latinoamérica
Uno de los pilares del sistema democrático es la igualdad ante la ley,
es decir, que tanto el poderoso como el débil gozan de igualdad ante la misma,
lo que nos acerca un poco más al ideal de justicia, en tal sentido, los
políticos, quienes nos gobiernan y el ciudadano común están, por lógica,
sujetos al mismo principio. Pero la realidad de nuestro Departamento y de
nuestra Ciudad nos muestra con hechos que en efecto existen aquí ciudadanos de
primera y de segunda categoría. Aquí, el pobre y el débil pueden ser castigados
por la ley, mientras que los políticos y poderosos gozan de una increíble y
repugnante impunidad.
En base a esto, los niños, los
jóvenes reciben un mensaje ambiguo y peligroso, ya que al ver que solo existe
injusticia se comienzan a preguntar: ¿Por qué debo yo respetar la ley
mientras que otros no?. Esta situación va progresivamente socavando las
bases de la democracia, de la moral y de las buenas costumbres y por último
termina por destruir la organización social, dejándose paso a la violencia y la
anarquía cruel y sin sentido.
Podemos mencionar algunos
ejemplos de la violación Constitucional que por acción u omisión cometen las autoridades políticas de nuestro
Departamento y nuestra ciudad e incluso algunos miembros del honorable concejo
municipal. Para arrojar más luz al respecto les propongo a los lectores que
juntos analicemos lo siguiente:
La Constitución Política de Colombia
comienza desde su Preámbulo invocando la protección de DIOS con el fin de entre
otras cosas “asegurar el trabajo, la
igualdad, la justicia y la libertad” donde se garantice un “orden político, económico y social justo”.
Incluso el articulo ART. 25. Es aún más específico sobre el trabajo “El trabajo es un derecho y una obligación social y
goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda
persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas.”.
Bien, aquí los ciudadanos de Armenia y el Quindío,
saben muy bien que respecto al trabajo la constitución es permanentemente
violada por las autoridades Departamentales y Municipales ya que no se les
brinda a las personas condiciones dignas y justas, todo el mundo sabe que los políticos
dan a modo de caridad y generosidad, trabajo por contratos a las personas,
contratos que van de 3 hasta quizás el año de trabajo. Lo que en verdad hay que
decir es que eso es una burla, nada más indigno e injusto con el pueblo, y
mientras tanto los políticos siguen actuando así, sin importarles nada, porque
ellos si tienen un plato de comida que
llevar a la mesa de sus casas cada día.
ART. 13. “Todas
las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección
y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y
oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen
nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.”
ART. 18. “Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será
molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas
ni obligado a actuar contra su conciencia.”.
El pueblo bien puede preguntarse qué pasa con los art.
13 y 18, ¿porque no se cumplen?. Y la verdad es que se discrimina por opinión política
y filosófica, no se permite la libertad de conciencia, si una persona no vota
como los políticos inescrupulosos piden, simplemente se queda sin trabajo, peor
aún, les obligan a pagar una “módica cuotica” para colaborar con los gastos de
campaña.
ART. 17. “Se prohíben la esclavitud, la servidumbre y la trata
de seres humanos en todas sus formas.”.
A pesar de lo que ordena el Art. 17, los políticos obligan
al pueblo a la “servidumbre”, se preguntaran ¿Cómo lo hacen?, aquí, ante todo
es necesario explicar que es la servidumbre, se define como: las condiciones en
que una persona es colocada de manera forzosa bajo el dominio de otra y que,
por lo tanto, debe realizar diferentes tipos de trabajos a cambio de una mínima
protección o pago de los bienes más básicos. Es decir, los políticos utilizan a
la gente como siervos, poco más que un esclavo. Y los catedráticos, abogados,
jueces, etc, ¿porque no dicen nada?, ¿Por qué el silencio cómplice?.
ART. 6. “Los
particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir la
Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y
por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones”
Nótese, que el Art. 6, habla
también de omisión o extralimitación, es decir que por acción u omisión son
responsables de cumplir y hacer cumplir lo que la Constitución establece. ¿Es que
quizás, nuestros gobernantes creen estar por encima de la Constitución y las
leyes?. La realidad nos deja ver que es tanta la impunidad que a los políticos no
les importa y en su arrogancia continúan violando la Constitución y las leyes.
ART. 86. “Toda
persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en todo momento
y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por
quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos
constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o
amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública.”.
Vemos que misma Constitución,
le otorga el derecho a todo ciudadano de reclamar cuando sus derechos
fundamentales se encuentran amenazados o violados. ¿Será que sectores políticos
y sociales callan porque todos forman parte de este gran circo y reciben
ciertos “beneficios”?.
La continua violación a la
Constitución y a las leyes tiene responsables, en primer lugar los políticos
corruptos e incompetentes; también los jueces y abogados por conocer los
peligros que tales acciones producen y por último la sociedad toda por soportar
tal situación.
En nuestro Departamento y en nuestra
ciudad ya existen claros síntomas de descomposición social, la corrupción
generalizada, la criminalidad, etc., todo esto gracias a la impunidad con que actúan
nuestros gobernantes. Pero, toda acción tiene consecuencias, me pregunto: ¿Por
qué los hombres del derecho continúan sumergidos en un silencio mortal?, ¿Por
qué los líderes sociales y los líderes religiosos permanecen en silencio? ¿Será
que acaso creen estar a salvo junto con sus familias?. Pues si es así, ,
tarde o temprano y Dios nuestro señor no lo permita, se darán cuenta de su
magno error, porque como reza el dicho popular “el pescado se pudre por la cabeza, nunca por la cola”, así , la
injusticia, la anarquía, la violencia y la criminalidad, tocaran la puerta de
todos y cada uno de los hombres y mujeres de esta ciudad si continúan actuando
con indiferencia.
Ahora deben tomar conciencia de la
gravedad de la situación y tratar de remediarla impartiendo justicia o deberán
en un futuro atenerse a las consecuencias. En poco tiempo, se cumplirá la ley y
se hará justicia y no habrá quien escape del brazo fuerte de la ley.
A los políticos irresponsables, a los
jueces y a los líderes sociales que permanecen indiferentes, les hago llegar
las palabras de Séneca: “...Del mismo
modo en que por toda la ciudad los amos crueles son señalados como objetos de
odio y execración, así también la injusticia e ignominia de los reyes se
expande en un vasto escenario, entregándose su nombre a la abominación de los
siglos. ¡Cuánto más preferible hubiese sido no nacer, que figurar entre los
nacidos para infelicidad de los demás!..”.
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