El sistema de partidos colombiano se caracteriza por el elitismo y el
dualismo de sus dos partidos tradicionales: Partido Liberal y el Partido
Conservador (que cambió su nombre
por el de Partido Social Conservador en 1987).
Las elites de estos dos partidos han conseguido dominar las instituciones
políticas del país, a la vez que ocupan todas las posiciones de liderazgo en la nación. Los dos grandes partidos tradicionales son confederaciones basadas en organizaciones de partidos lideradas y dependientes de los “gamonales” que adquieren su posición en función de su pertenencia a determinadas familias (por nacimiento) o a través de conexiones con ricas y prestigiosas familias que forman parte de la cúpula del partido. Los 'gamonales' conservan sus posiciones mediante lealtades personales. Así pues, no se pueden definir los partidos tradicionales colombianos como partidos de masas que integran individuos y grupos.
Las elites de estos dos partidos han conseguido dominar las instituciones
políticas del país, a la vez que ocupan todas las posiciones de liderazgo en la nación. Los dos grandes partidos tradicionales son confederaciones basadas en organizaciones de partidos lideradas y dependientes de los “gamonales” que adquieren su posición en función de su pertenencia a determinadas familias (por nacimiento) o a través de conexiones con ricas y prestigiosas familias que forman parte de la cúpula del partido. Los 'gamonales' conservan sus posiciones mediante lealtades personales. Así pues, no se pueden definir los partidos tradicionales colombianos como partidos de masas que integran individuos y grupos.
Los
partidos colombianos tradicionales se caracterizan porque:
1) En su cúpula son agrupaciones de notables.
2) La cohesión interna de los partidos proviene de elementos culturales comunes.
3) Se activan en tiempo de elecciones. A través de las alianzas tradicionales, son capaces de grandes movilizaciones en época de elecciones.
4) Cuentan con estructuras mínimas y sin disciplina.
5) Los elegidos no se sienten obligados a acatar la disciplina de partido.
2) La cohesión interna de los partidos proviene de elementos culturales comunes.
3) Se activan en tiempo de elecciones. A través de las alianzas tradicionales, son capaces de grandes movilizaciones en época de elecciones.
4) Cuentan con estructuras mínimas y sin disciplina.
5) Los elegidos no se sienten obligados a acatar la disciplina de partido.
El
sistema de partidos actual está directamente relacionado con los
acontecimientos y las dinámicas derivadas del período del Frente Nacional. En
Colombia los partidos tradicionales pudieron mantener su posición hegemónica,
debido a la falta de oposición obrera y de un partido centrista con arraigo
electoral. Así, para los partidos colombianos fue más fácil integrar
movimientos nuevos y unirse en una estrategia común para frenar el crecimiento
de los partidos de izquierda y de partidos populistas independientes.
Cuando la estrategia de integración fallaba se optaba por el exclusismo de
fuerzas políticas no tradicionales en el gobierno o bien por la opresión o el
asesinato. El asesinato ha sido utilizado contra la Unión Patriótica
(brazo político de las FARC -Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-) y la Alianza Democrática
M-19. Los vínculos entre partidos políticos y organizaciones sociales son más
débiles que en los restantes sistemas de partidos democráticos más estables con
lo que la participación social dentro de la política nacional no es relevante.
Por otra parte, se observa la creación de movimientos a nivel local pero sin
incidencia a nivel nacional.
Los partidos políticos han conseguido dominar el sistema político debido a la inexistencia de alternativas viables a nivel nacional, en el caso colombiano, los partidos políticos no representan adecuadamente los intereses del total de la sociedad y, por tanto, el conflicto adopta otras formas, a menudo violentas.
Los partidos políticos han conseguido dominar el sistema político debido a la inexistencia de alternativas viables a nivel nacional, en el caso colombiano, los partidos políticos no representan adecuadamente los intereses del total de la sociedad y, por tanto, el conflicto adopta otras formas, a menudo violentas.
Según Lawrence Boudon, en el caso colombiano se observa como los
políticos han dejado de representar los intereses de los votantes, dejando a la
población fuera del sistema político y produciendo una profunda crisis dentro
de los partidos.
“…La
democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción
de todos los demás…”. Winston Churchill.
Escrito por: Emilio
Rodriguez Master en Ciencia Política
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